1953, El Conventillo del Medio Mundo, situado en la calle Cuareim, brillaba con todo su esplendor cuando Morenada agrupación lubola, comenzaba sus ensayos, con vistas al próximo carnaval.
Los recuerdos son tantos, que se agolpan en mi memoria, pero voy a tratar de puntualizar las figuras más relevantes, que tuve el placer de conocer en ese histórico lugar.
Creadores y directores de dicha agrupación, eran los Hermanos Silva, gente que dio lustre a las famosas llamadas, que por aquel entonces se iniciaban con toda su grandeza en el barrio Sur y Palermo, que hasta hoy mantienen.
La enorme fama que adquirió el Conventillo, se debe a la mayoría de sus inquilinos, muchos de los cuales, adquirieron merecido reconocimiento como artistas y deportistas, sin olvidarme, de aquel famoso modisto que vivía en una de las habitaciones, cuyo frente se podía admirar desde la calle Cuareim, muchas celebridades visitaron con asiduidad, ese enorme templo del Candombe, que daba lugar a lucimiento de esas prodigiosas manos que golpeaban el chico, el repique y el piano con inigualable arte.
Una de las más destacadas figuras uruguayas, fue el pintor Carlos Páez Vilaró, con quien tuve el placer, de compartir algunas copas de vino, hasta altas horas de la madrugada.
No me perdonaría jamás, en este breve relato olvidarme del equipo de futbol, que nació en dicho lugar y llevo por nombre YACUMENZA.
En una de las habitaciones de la parte alta, estaba instalada la sede de dicho equipo, el lugar donde se guardaban los tamboriles y siempre había un lugar, donde podía descansar alguno que el vino de la madrugada, le hubiera quitado la fuerza de poder llegar a su casa, y allí encontraba el refugio que necesitaba para volver a la normalidad del trasnoche.
LOS OLIMAREÑOS
"ADIOS MI BARRIO" de Ramón Collazo y Victor Soliño